
Grupología Crítica
¿Qué es?
La Grupología Crítica es una corriente dentro de las prácticas terapéuticas que pone el foco en el trabajo grupal como una herramienta transformadora del ser humano. Más allá del análisis individual, esta disciplina comprende al grupo como un organismo vivo, dinámico y capaz de revelar aspectos esenciales de la psique. Se basa en la interacción como motor de cambio, reconociendo que el encuentro con los otros puede generar una conciencia más profunda de uno mismo y del entorno. En este contexto, la grupología no solo atiende al síntoma o a la conducta, sino también al significado colectivo de las vivencias, fomentando procesos de integración, revisión y cambio.
La Grupología Crítica se nutre de múltiples corrientes filosóficas y psicológicas. Entre las influencias más destacadas se encuentran pensadores como Heráclito, Gurdjieff, Ichazo, Claudio Naranjo, Fritz Perls, Freud y Moreno, cada uno de los cuales ha aportado perspectivas claves sobre la naturaleza del ser humano, la conciencia, el inconsciente y el proceso de transformación personal.
Desde las escuelas humanistas, la Grupología Crítica incorpora elementos de la Terapia Gestalt, con su enfoque en el aquí y ahora; la visión sistémica, que entiende al individuo dentro de redes de relaciones; las teorías religiosas de la liberación, que introducen una dimensión ética y política; el rebirthing, que trabaja con la respiración como vehículo de cambio; el eneagrama de la personalidad, como herramienta de autoconocimiento; y el psicodrama, que permite representar y reelaborar conflictos internos en un contexto grupal.
A pesar de estas influencias, respeta cualquier pensamiento que nazca de un razonamiento estructurado sobre una base teórica. La Grupología Crítica no se puede separar de la influencia de la Terapia Cognitivo-Conductual, que tanto esfuerzo ha hecho por semejar la Psicología a la Medicina a pesar de lo estigmatizante de los diagnósticos y de la dificultad de su encaje en lo grupal. La Grupología Crítica está interesada en la raíz de las distintas escuelas, por lo que se distancia conscientemente de planteamientos vinculados a las corrientes new age de tercera generación, por considerarlos, en muchos casos, filosóficamente limitados y simplemente vinculados al deseo de conectar el contexto histórico-social sin ponerlo en duda.
Uno de los pilares fundamentales de la Grupología Crítica es la actitud cuestionadora y analítica frente a toda teoría que pretenda erigirse como verdad absoluta. Esta postura crítica implica reconocer que ningún enfoque debe convertirse en dogma. Se promueve una mente abierta, flexible, siempre dispuesta al cambio, al replanteamiento y a la adaptación constante.
Esta actitud crítica no solo se orienta al ámbito teórico, sino que se vincula profundamente con el momento social en el que se vive. La Grupología Crítica busca conectar con la realidad presente, para poder comprenderla, criticarla y aportar nuevos marcos de sentido. Es por esto que fomenta la provocación constructiva, la discusión honesta y la renovación constante de planteamientos, con el fin de ayudar a las personas a ser lo más libres posible dentro del contexto histórico que les toca vivir. La participación activa en la sociedad y el compromiso con su transformación constante se entienden, por tanto, como una actitud vital, creativa y terapéutica.




